Panteón de estrellas: Las muertes más extrañas del rock and roll
El rock está lleno de leyendas, especialmente si hablamos de muertes. Desde Elvis Presley, pasando por Kurt Cobain y llegando a Michael Jackson, se han escrito miles de historias en torno a la desaparición de artistas que automáticamente se convirtieron en leyenda y, en muchos casos, consiguieron más popularidad al pasar a mejor vida. Lo cierto es que este recuento pretende reseñar a las figuras que nos dejaron en circunstancias extrañas tras escribir una parte de la historia con su música. Seguro que faltan varios, a lo mejor no están los que tú quieres que estén, pero estamos seguros que varios de la lista se fueron cuando aún les faltaba mucho por grabar.
Kurt Cobain. La muerte del líder de Nirvana desencadenó una escabrosa serie de acontecimientos en los que su viuda, Courtney Love, no quedaba bien parada. Y es que su repentina desaparición reunió una serie de elementos extraños que hasta ahora son una incógnita: unas 23 fotos y una cinta de video mostrando el cadáver de Kurt desaparecieron misteriosamente, la escopeta que utilizó para suicidarse fue destruida, mientras que –sospechosamente- la policía recién fue a registrar las huellas digitales del evento un mes después del suicidio. Además, una de las situaciones más inquietantes fue que encontraron una dosis de heroína tres veces mayor a la considerada letal y por eso el músico no hubiera podido dispararse con tanta droga en su cuerpo. ¿Se mató o lo mataron?
Jimi Hendrix. El mejor guitarrista de la historia tuvo una muerte difícil de entender. La información oficial decía que el músico había fallecido de una sobredosis, el colapso provocó que se ahogara en su vómito en un hotel del oeste de Londres. Sin embargo, el libro “Rock Roadie”, escrito por James “Tappy” Wright, uno de los asistentes de las giras del norteamericano, afirma que al guitarrista lo mató su mánager, Michael Jeffrey, quien le habría confesado al roadie que lo hizo para cobrar un millonario seguro, y quien le habría suministrado pastillas y alcohol: un coctel explosivo. “Tuve que hacerlo, Tappy. Tú entiendes ¿no? Tuve que hacerlo. Sabes perfectamente bien de qué estoy hablando”, le habría dicho el agente, totalmente alcoholizado, un año después de la muerte del ídolo de las cuerdas.
Elvis Presley. Una larga serie de historias se tejieron en relación a la muerte del llamado “rey del rock”. La versión oficial decía que murió de una sobredosis de fármacos, el colapso le provocó un paro cardiaco y falleció en su mansión de Graceland. Pero también se habló de una conspiración en la que estaba envuelto el mismísimo FBI. Según dicen, su familia no ha cobrado hasta el momento el millonario seguro de vida del cantante, ya que su certificado de muerte desapareció misteriosamente, para aparecer luego de dos meses de manera extraña, y algunos detalles, como el nombre mal escrito en la tumba de Presley o el hecho de que fuera enterrado lejos de la tumba de su madre, cuando él había pedido que lo entierren con ella, hacen pensar a algunos que Elvis está vivo.
Michael Hutchence. Uno de los símbolos sexuales del rock de los ochenta falleció fiel a su estilo: jugueteando con una mujer hermosa en situaciones íntimas. La historia era atractiva para los tabloides, pero la muerte por asfixia, producto de juegos sexuales de auto estimulación, no fue la versión que aprobó el forense. Paula Yates, su novia de ese entonces, confesó que el vocalista murió ahorcado para producirse placer sexual. El líder de INXS fue encontrado desnudo y sin vida en una lujosa habitación de un hotel en Sídney en noviembre de 1997. Las autoridades australianas firmaron la muerte como un suicidio, lo que generó una serie de preguntas como ¿fue un peligroso juego sexual lo que aparentemente mató al cantante? Su “viuda” se llevó a la tumba la verdad de lo sucedido, ya que murió de sobredosis de heroína en el año 2000.
Layne Staley. Los íconos del grunge deben morir así, jóvenes, deprimidos y reventados por la heroína. En abril de 2002 se conoció la noticia de la muerte del líder de Alice In Chains, Layne Staley. Una sobredosis de heroína había cobrado la vida del músico, quien fue encontrado sin vida varios días después de que, supuestamente, sucumbiera a la droga. El artista fue hallado en total estado de descomposición y su deceso fue fechado el día 5 de abril, el mismo día que murió Kurt Cobain de Nirvana. “Mi corazón está roto. ¿Ustedes saben lo que se siente con esto? No puedo decir otra cosa en este momento”, dijo Sean Kinney, baterista de Alice In Chains, en la vigilia por el músico en Seattle.
Michael Jackson. “El Rey del Pop” va camino a convertirse en el nuevo Elvis Presley. “Jacko” sufrió un paro cardiaco por el abuso de Propofol, un fármaco usado sólo por anestesistas, y una sustancia muy delicada como para aplicársela en un lugar que no sea un centro médico. Conrad Murray, el doctor de cabecera del cantante, le habría suministrado la medicina a causa de su estrés severo por la inminente gira de 50 conciertos prevista en Londres en 2009. La muerte de Michael fue el último gran suceso de la cultura pop en el mundo y hay algunos que piensan que se trata de una gran estrategia para ganar más dinero, saldar deudas millonarias y regresar a lo grande siendo el único en su especie. ¿Será tan loco el Moonwalker?
Bon Scott. El incendiario primer cantante de AC/DC tuvo una muerte en su ley. Una noche, luego de beber en cantidades industriales, se emborrachó junto a algunos amigos en Candem (Inglaterra). Cuando ya estaba sin capacidad de moverse, su amigo Alistair Kinear lo trasladó hasta su casa; como no pudo bajarlo del auto se lo llevó a su hogar, una vez allí tampoco pudo sacarlo del vehículo y decidió dejarlo dormir ahí. 15 horas después cayó en cuenta de Scott, y cuando fue a revisar el auto se encontró con una escena de terror: había muerto ahogado en su vómito y de un paro respiratorio. Una estrella emergente del hard rock había viajado a la eternidad mientras su banda alcanzaba límites inimaginables de popularidad.
John Bonham. Considerado por muchos como el mejor baterista de rock de la historia, el motor que bombeaba el hard rock de Led Zeppelin murió a los 32 años. Beberse más de 40 vasos de vodka en menos de doce horas tuvo como resultado una intoxicación etílica de grandes proporciones que, una vez más como en casos antes mencionados, hicieron que el percusionista se ahogara en su vómito. Bonham murió en la residencia de Jimmy Page en Clewer, Windsor, y se convirtió en leyenda.
Terra Stereo
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